lunes, 8 de julio de 2013

Paloma en Hong Kong

Estando en Corea hay que aprovechar para conocer otros países de Asia. El semestre pasado hice una escapada a Japón (click aquí), y este semestre quería ir a China, pero con las complicaciones del visado me decanté por Hong Kong.
Mi primera impresión al salir de la estación de metro no fue tan buena como me esperaba. Me pareció una ciudad algo caótica y sucia, y además hacía mucha humedad y calor. Pero esa impresión duro poco en mi memoria!
La primera noche salimos por el Soho Hongkonés. En esta zona hay bares, restaurantes de todos los países, gente joven (la gran mayoría extranjeros) y algún que otro personaje demostrando sus habilidades artísticas. Cenamos en un tailandés riquísimo. 
 
Alucinante como esta San Miguel en todas partes en esta ciudad!!
El segundo día cogimos un ferry y en aproximadamente 1 hora nos plantamos en Macao, una pequeña región administrativa del sur de China (wikipedia). Es una antigua colonia portuguesa, y aunque no haya mucha gente que aún hable portugués todos los carteles que encuentres por la calle están en chino y en portugués.
 
Nos metimos en un mercado para almorzar. Al ver cómo preparan los platos te entran ganas de salir corriendo, no es tan higiénico como debería, pero fue sin duda una de las mejores comidas de todo el viaje. Aunque aquí mucha gente habla inglés nos ayudó bastante que nuestra amiga Laura (francesa de ascendencia taiwanesa) pidiera todos los platos.
Subimos a un castillo desde el que se ve gran parte de la ciudad, el paisaje no deja indiferente. Mezcla de estilos y épocas.
 No nos podíamos ir de Macao sin pasar por los casinos. Alucinante la ciudad de casinos que hay aquí. Plantas y plantas llenas de todo tipo de máquinas y juegos en los que apostar. 
Fue un día muy muy largo, cogimos el ferry de vuelta a Hong Kong a las 5.30 am.
Al día siguiente fuimos a un mercado de todo tipo de gangas. Hong Kong es sin duda el lugar perfecto para ir de compras. En el mercado hice una foto a estas camisetas sin saber que a los pocos minutos me perdería de verdad en Hong Kong. Sí, me perdí del grupo (éramos 7 personas), sin móvil, sin mapa y sin tener ni idea de dónde estaba. Tras preguntar y dar con las personas adecuadas conseguí llegar a una oficina de turismo y mi día mejoró. 
 
Visita obligada al famoso pato del artista holandés Florentijn Hofman, del cual tengo fotos desde todas las perspectivas. Y es que parece muy simple pero realmente llama mucho la atención ver un patito gigante en medio del puerto con todos esos rascacielos de fondo.
No muy lejos se encuentra la avenida de las estrellas. Son todos artistas chinos, pero por lo menos hay dos que seguro suenan: Jackie Chan y Bruce Lee.
 
Al día siguiente volvimos a coger un ferry, pero esta vez para ver el gran el gran Buda situado en la parte más alta de la isla de Lantau. El clima no ayudó a ver con claridad al Sr. Buda, pero dejó unas estampas preciosas con un toque místico por la niebla. 
 
Recomiendo altamente que tras ver el Buda des un paseo en barca por la isla, son solo 2 euros y las vistas son preciosas. 
Por la noche quedamos con una amiga Hongkonesa de una de mis amigas, y nos llevó a un restaurante que tiene una estrella Michelin, pero que aún es asequible a todos los bolsillos (creo recordar que eran 5 euros).
 Cogimos un ferry para cruzar al otro lado de Hong Kong y las vistas eran espectaculares. En uno de los edificios había un juego de luces en el que se podía ver primero una playa, después el típico I love HK y algún que otro gráfico más. 
El último día visitamos un templo que encontramos por el camino, paseamos por las calles, subimos al Banco de China y como hicimos en Macao nos metimos en un mercado a comer. Ni un solo turista, por lo que os podéis imaginar qué típico era el sitio.
Vistas desde el Banco de China
Templo
Antes de venir a Hong Kong lo que sabía de la ciudad fue lo que vi en Españoles en el Mundo, y aunque con la primera impresión me decepcionó un poco la cosa mejoró conforme pasaron los días. Muy importante también la compañía, todos se han ido ya de Seúl y los echo mucho de menos, pero pronto nos reencontraremos en algún lugar de Europa.