jueves, 7 de noviembre de 2013

Vuelta a Europa

Dos meses hace ya desde que volví de Corea. Dos meses y ayer en el supermercado se me escapo un “Anyo” (아니요), "no" en coreano. Un año en Corea me ha cambiado, he crecido en todos los sentidos y sobretodo he abierto fronteras mentales.
Cuando volví a Espana tenía la sensación de que estaba allí solo de paso, que en realidad sí que estaba de paso (ahora estoy en Alemania), pero creía que volvería a mi vida seulita pronto, a salir con mis amigos de allí, a tomar picante todos los días, beber soju más de lo debido o a cantar en un noraebang. Es alucinante lo rápido que ha paso un año en Corea.
A continuación os dejo algunas preguntas que me suelen hacer sobre mi año Corea.

¿Qué tal ha sido la experiencia de pasar un año en Corea?
Hay tantas cosas que aún quiero contar sobre Corea. Cada vez que me preguntan esto me faltan palabras para describirlo. Lo definiría como que cada día era diferente. Salir a la calle suponía un descubrimiento nuevo cada día, una anécdota divertida. Conocía a gente todos los días, o quedaba con amigos todos los días, y lo que he aprendido de ellos no se podría medir de ninguna manera posible. Además he hecho cosas de las que no me hubiese creído capaz de hacer y me han surgido oportunidades increíbles que en la vida se me presentarían en España.

¿Qué echas de menos de Corea?
Infinidad de cosas, pero sobretodo:
- Mis amigos. Tanto los coreanos como los extranjeros de todo el mundo que conocí allí.


La razón por la que llegué y la razón por la que me quedé
 

- La comida: el picante, mi querido kimchi, mandu, el soju, la barbacoa coreana, Samgyeopsal (en coreano: 삼겹살)…




- No solo la comida, también el hecho de poder comer en un restaurante con mis amigos, pasar un buen rato y no pagar mucho.


- La amabilidad coreana, las sonrisas que recibía al usar el poco coreano que sé .

- Las posibilidades de ocio a bajo coste: noraebang (karaoke), partidos de béisbol, palacios, viajes gratis para estudiantes extranjeros. También hay que tener en cuenta que vivía en Seúl, una de las ciudades más grandes del mundo, quizás en otras ciudades de Corea la oferta no sea tan amplia, pero sí que puede ser más barato.
Noraebang
 

Coming of Age Ceremony


- La vida que hay en la calle. 

- El ser diferente. La curiosidad que tiene la gente por saber algo más de mi país me permitió descubrir otras culturas y gente de países que ni siquiera había escuchado hablar antes.
- El metro de Seúl: rápido, limpio y barato. Ahora vivo en una ciudad más pequeña y tardo más en llegar a los sitios. Canción muy chorra sobre el metro de Seúl:



¿Pero de verdad es tan alucinante vivir allí, no hay nada que no te guste?
Por supuesto que hay cosas que no me gustan:
-La obsesión por el tener. En Europa estudiamos en la universidad no solo para conseguir un trabajo bien remunerado, sino que también para poder vivir de aquello que nos gusta. Nuestros padres quieren que tengamos una educación y que no seamos ignorantes. Estando en Corea me dio la sensación que lo que les inculcan desde pequeños es que tienen que estudiar duro y conseguir un trabajo en una empresa grande e importante para poder ganar mucho dinero y ser una persona de éxito. Una señora coreana me dijo una vez que en Corea se vive muy bien si tienes mucho dinero. No estoy para nada de acuerdo, aunque he de decir que me volví más consumista estando allí.
-La apariencia. No me preocupe más de lo que haría en Europa sobre cómo vestir, pero no me gusta el hecho de que su ideal de belleza sea el occidental y que se operen tanto.
-Que esté tan lejos de España.
-Los supermercados. Ir al supermercado en Corea sale bastante caro, sobre todo si piensas cocinar comida occidental.
-La infinidad de normas. A veces estresa no saber cómo comportarse, aunque todo es observar y aprender.

¿Qué hiciste en verano en Corea?
Principalmente hice dos cosas: estuve de prácticas y quede con amigos. En junio, estuve de prácticas en la universidad en la que estudié durante el año, y en agosto en una empresa. Fue difícil lo de encontrar una empresa, sobretodo porque mi nivel de coreano no es muy bueno.

¿Te hubieses quedado más tiempo?
Me volví porque me caducaba el visado de 13 meses a los 15 días. Yo creo que sí me podría haber quedado durante más tiempo, estaba bien allí. Por otro lado, empezaba a echar de menos la cultura occidental, en la que no hay tantas normas que seguir. Cuando volví a España en Navidad no tenía ni pizca de ganas de volver, pero cuando volví a finales de agosto sí tenía ganas de estar de vuelta en Europa, eso sí, hubiese preferido que fuese solo de visita.

¿Volverás?
No me importaría. Encontrar trabajo allí es bastante complicado si no se habla coreano perfectamente. Además el sistema de encontrar trabajo es totalmente diferente al que estamos acostumbrados en Europa. Tienen que emplear semanas o meses a estudiar el sector, la empresa y como hacer el currículum para cada empresa, todo ello solo para conseguir para una entrevista. Además en la mayoría de empresas tienes que hacer exámenes de todo tipo para poder entrar. ¿Por qué? Pues porque más del 70 % de los jóvenes estudia en la universidad (fuente) y hace que haya mucha competencia en el mercado laboral.
Si pudiese volver a trabajar allí lo haría ahora mismo, pero si es imposible no creo que tarde mucho en ir como turista.

¿No es complicado salir con un coreano? ¿No son demasiado diferentes?
Hay cosas que son universales y cada persona es un mundo, pero sí que a veces el coque cultural hace presencia.

¿Qué haces ahora mismo?
Estoy finalizando mis estudios en Alemania con una beca Erasmus.

Ha sido sin duda el mejor año de mi vida de todas las maneras posibles, me han faltado pocas cosas por hacer. Animo a todo el mundo a que vaya a descubrir Corea, ese país del que poco se sabe.